Manuel Summers, director de cine y humorista español, recurrió, allá por el año 1982, a la táctica de la cámara oculta en estas cintas (VHS por supuesto), que consisten en una sucesión de bromas, alguna de las cuales fueron casi míticas.
Ciudadanos anónimos demuestran su ingenuidad, al picar con las jugarretas más surrealistas y situaciones que muestran los enfados, el buen humor, la paciencia y la humanidad de las gentes que discurren por las calles de algunas ciudades españolas.
Hoy en día existen muchos programas que explotan el invento, pero aquellas películas fueron las primeras y nos lo pasábamos en grande viendo como se quedaban con todo el mundo. ¿Lo recordamos? Nos vamos a reír. No es broma.
La playa
Gibraltar español
¿Qué quieres?
Paragüista, mata-mosquitos, abanicador
Velocidad
La indisión
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